16.2.07

Lunes 8 de enero – Copa…Copacabana

El ómnibus nos pasó a buscar por el hotel a las 7:30 como estaba planeado y partimos con destino Copacabana. Al final decidimos ir en bus turístico porque nos pasaba a buscar por el hotel, todo sea por no cargar las mochilas hasta la Terminal de ómnibus a las 6 de la mañana, aunque el costo sea un poco superior.

Copacabana es un pequeño pueblo a orillas de lago Titicaca. Viajamos en ómnibus hasta el estrecho de Tiquina, en este lugar todo el mundo desciende del bus para cruzar en lanchas. El vehículo cruza en unas barcazas que hacen de ferry. Una vez del otro lado del estrecho sigue el viaje.

El paisaje de todo este trayecto es muy bonito y permite empezar a descubrir la inmensidad del lago sagrado de los incas.

Llegados a Copacabana nos ubicamos en el hostal “El Collita” sitio para olvidar y nunca recomendar, de más está decir que su precio nos debería haber adelantado algo. Por Bs 15 (menos de USD 2) no se puede pedir mucho. La oferta hotelera es muy amplia para aquellos que quieran pasarla un poco mejor.

Una vez ubicados almorzamos una trucha frente a la playa y nos montamos a una lancha que por Bs 12 per capita y luego de 1 hora y media nos depositó en la Isla del Sol.

Ya en la isla y al desembarcar; uno se encuentra con la Escalinata del Inca. Todo un desafío. A 3900 m.s.n.m hay que subir durante 15 o 20 minutos la escalera construida con piedras en épocas incas. Al final se llega hasta las tres fuentes de agua que recogen el agua de una vertiente natural. Subiendo otro tramo más, se puede llegar hasta la parte alta del lado sur de la isla. En este lugar se ven las primeras construcciones de los pobladores y algunos de los hostales que existen en el lugar.

Fue una pena que teníamos horario de regreso y tuvimos que volver rápidamente hasta el embarcadero.

Por datos de otros viajeros que obtuvimos luego, recomendamos dedicarle un día completo a la isla si es que no pueden quedarse a dormir. Los paisajes y la tranquilidad de la isla son mucho más aconsejables que Copacabana para pasar unas noches.

Ya de regreso recorrimos el pueblo y visitamos la basílica.

El pueblo es muy pequeño y no le encontramos mayor atractivo. Lo mejor son las vistas del lago, sin dudas.

Llegamos en un día de fiesta por lo tanto hubo mucha cerveza y baile en la plaza frente a la basílica.

Nosotros nos fuimos a dormir acompañados por la música y un frío bastante intenso. Al otro día partíamos hacia Puno (Perú) con la idea de visitar las Islas de los Uros y hacer noche en alguna isla del Lago Titicaca.

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